Es en virtud de la “problemática erosiva provocada por la acción del océano Atlántico en todo el sector marítimo de ambas localidades”. La medida apunta a “mitigar los riesgos que dicha erosión implica para la seguridad de las personas, bienes e infraestructuras de servicios localizadas en las diversas áreas urbanizadas afectadas por las marejadas”.